Escribiendo para adultos
lunes, 25 de noviembre de 2024
ENCUENTRO UN ESPERADO
Gallega y porteña
Cuento Aquella mujer ( metamorfosis )
MUERTE HELADA
Título: Entre Máscaras y Revelaciones 2014
viernes, 25 de mayo de 2007
Tango donde una mujer termina feliz
Malditas agallas
Me enamoré de tus ojos
Y te ves mentolado
bien hecho chico
¿Quién lo hubiera imaginado?
Que escondías un puñal
Para apuñalarme por detrás
- Siempre seré tuyo...
Mi querida viejecita...
Me agrupaste con chamuyo
me tenias enamorado
Yo, dulce y joven musa
Eres diez años más joven
Pensé que era tu reina
Y me robaste mi honor.
Lo descubriste cuando tenía cuarenta
Viento, juventud y carpeta
Ya no soy una niña pequeña
Jugaste con mi ilusión
Y desde el borde está la piscina.
Acabas de darte un chapuzón.
Me preguntó qué hago ahora.
Con los cheques que dejé
hoy estuve pagando
El reloj y ese gato.
Dime traidor
Si aún te queda valor
¿Cómo se les paga ahora?
Las deudas de un metejón.
Sabías que hacía viento
lo fuiste claro
Y no dudaste ni un segundo
En robarme hasta los frascos.
Te volviste malo..
Tus mañanas pronto se acabarán
Porque este engaño fulero
Te debe costar caro
muñeca cuando la muerte
te encuentro en el callejón
Recuerda a esta anciana
¿Qué te dio el corazón?
Historia de un pueblo
PUEBLO BLANCO
cuento
Pueblo Blanco, así le decían a ese lugar, tan cargado de magia, con aquellos perfumes extraños y esos sabores agrestes, que permitían sentirse libre a toda aquella persona que lo habitara.
Antonio era un lugareño; ya hacía varios años que había llegado con su familia una cálida tarde de enero. Poco después sus padres se habían separado; fue entonces cuando su madre, Lola, decidió vivir en La olla junto a sus cuatro hijos: Antonio, el Gurí,
El verano era fuerte y sólo se podía soportar cerca del río, ya sea nadando o andando en canoa. Así... nadando y remando ese río se llevó a
Tristes fueron los primeros tiempos sin ella: La mayor, la que ayudaba con los hermanos, la que trabajaba para traer un poco de pan, la que no llegó a conocer la alegría de tener un novio, como Dios manda. La familia jamás superó su ausencia y poco a poco se fue destruyendo, cada uno en soledad lloró su muerte.
A
Mientras tanto,
Por su parte el Gurí y el Antonio vivían para jugar al fútbol, eran más grandes, pero todavía la primavera no los había sorprendido, quizás por los sanos consejos del padre de Antonio que los quería a todos como a sus hijos.
La playa era para los varones el lugar de encuentro con sus amigos, allí pasaban horas jugando en la arena caliente hasta que, sus pies, ardidos, daban señales de pertenecer a su cuerpo. Entre juegos y canotajes el tiempo parecía detenerse, siempre era tarde para ir al colegio o para hacer sus tareas, sólo conocían de peces, carnadas y de toda cuestión referida al río.
El río... con las fauces de un gigante que se había devorado parte de su vida, era para el Antonio, misterio y atracción; todos los veinticinco se sentaba en la playa, allí donde pisó su hermana por última vez, a recordarla. En ese lugar podía resucitar su larga cabellera negra, su sonrisa blanca y sentir que el viento le devolvía su risa por un instante.
EL ESPECTRO
Aquel verano Antonio cumplía sus dieciocho y su cuerpo dorado de sol recordaba al legendario Tarzán, su cabellera larga, rizada, y esos ojos café hacían zozobrar a cuanta joven caminaba por la playa.
En esa temporada descubrió azorado los cambios de su cuerpo y la influencia que ejercía sobre la jóvenes lugareñas. Su aspecto salvaje, el pecho ensanchado, sus largas piernas y sus brazos toscos, inflados de tanto pelearse con las canoas y hacer carreras de nado con sus amigos, eran la envidia de cualquier vago de la zona. Las chicas le echaban vistazos de reojo, esperando se digne a mirarlas, pero él sólo tenía tiempo para el río y las canoas. En vano lucían sus trajes de baño diminuto, su piel color bronce delante del Antonio.
En ese salvaje escenario, se recostaba todas las tardes sobre aquel sauce llorón que parecía la cabellera de una mujer,la que ,ardiente por el sol de enero buscaba ayuda en el viento para refrescarse en el agua junto a los peces .
Estaba mirando el río cuando escuchó el silbato :
— ¡Ayuda, se ahoga !— gritaban unos vagos cerca del muelle.
Corrió el bañero a auxiliar a el Mecho, a quien su canoa le jugó una mala pasada. El Antonio se acercó a ver a su amigo, que boqueaba sobre la arena, fatigado por el sacudón.
— ¿Estás bien? — preguntó.
— ¡Sí, que susto!— contestó el Mecho, escupiendo agua.
Al levantarse, su mirada quedó presa de un par de ojos negros que lo observaban de arriba hacia abajo con rostro expectante. Fue un segundo de tiempo; cerró los ojos y se los refregó para convencerse ...
—¡
Inútil fue buscarla por toda la playa, había visto un espectro; sin embargo, era la viva imagen de su hermana, no podía equivocarse.
En las tardes siguientes volvió a recorrer el lugar en busca de esa mirada, pero todo fue en vano; les contó a su madre y a sus hermanos, quienes lo trataron de loco.
— ¡ Cómo se te ocurre!—dijeron sus hermanos al unísono.
— ¡El sol te ha hecho mal — decía su madre, persignándose.
Pero el Antonio no podía olvidarla :
— ¡Me estoy volviendo loco — pensó, camino a la playa.
Esa tarde, después de haber navegado un rato se recostó en la arena a tomar sol, el aire cálido lo envolvía, sus ojos pedían descanso y cerrándolos se dormitó un rato. Lo suficiente como para que en sus sueños apareciera ella ; otra vez esa imagen le generaba sobresalto. Abrió los ojos y se encontró de pronto frente a ella, pero esta vez el sentimiento cambió .
Esa morocha era real, y lo miraba con su blanca sonrisa.
— ¡Es
—¡Hola! —Murmuró la chica —¿Sos de por acá ?...
— Sí, soy el bañero de esta playa — Asintió Antonio, tratando de sostener su mentira con una pose de hombre forzudo ensayada muchas veces.
—¡Qué bueno !,¿Cómo te llamás ? retrucó la chica, sin creerle demasiado.
— ..Anto....Tony, me dicen Tony , ¿y vos ?—contestó, con dudas.
—..Paulina ...me dicen Pau... ji, ji— Contestó la joven soltando, una carcajada.
EL AMOR
De inmediato Antonio sintió como un tropel embravecido le cruzaba el pecho y, sonrojado trató de controlarse...
— ¿De dónde sos, Pau? —preguntó
—Soy de una ciudad de sur llamada
—¿Querés que te lleve a pasear en bote?
— Me da un poco de miedo, pero...—
—¡Dale, te voy a enseñar la isla y el barrio de los pescadores, vamos ! — dijo el Antonio estirando su mano hacia ella.
Cuando la tocó, sintió un temblor impredecible,... se dio cuenta de que surgía en él un sentimiento desconocido.
Los paseos en bote se sucedieron uno tras otro, así como las largas caminatas por el parque y los atardeceres en la playa. El amor crecía y, el Antonio ya había olvidado cómo empezó esta historia, sólo deseaba que no terminara nunca.
La risa era su aliada más fiel, la música que compartían les brindaba la alegría que pocos entendían, cuando eran sorprendidos bailando en el medio de la calle, o sobre un banco de la plaza, como dos locos. La imitación de un bailarín de moda era lo que a
Los acercamientos fueron cada vez más fuertes, ya no bastaba con besarse o abrazarse, las miradas se chocaban, y sus cuerpos jóvenes, se deseaban profundamente. Con estos sentimientos, resultó fácil encontrar un lugar para la pasión . La casa del padre del Antonio, que volvía tarde del trabajo, fue para ellos el refugio ideal para una tarde de amor... Una tarde cálida de verano, dos cuerpos adolescentes sedientos de placer; el candor de una joven; un deseo: que sea una tarde interminable; una ilusión : que este amor dure toda la vida... .
Estos encuentros se fueron sucediendo con más frecuencia, con más emoción, después los pudores se escondieron entre las sábanas, y juntos fueron descubriendo las formas de sus cuerpos, sus almas se fundieron en el primer amor. Ese amor que les permitió volar y soñar.
Durante un tiempo Antonio escondió ese amor, pues pensaba lo que sentiría su familia cuando la conocieran,—Ese parecido con
Pero fue inevitable. Una tarde, de paseo por el parque con
Los días pasaban y los enamorados parecían no molestarse cada vez que algún conocido los cruzaba y se repetían las escenas de sorpresa al conocer a la joven y creer que veían al espíritu de la finadita. También la conocieron el Gurí y
Poco a poco, en la olla se fue instalando el rumor:
— ¡ El ánima de
—¿Qué dice Doña?—Preguntó
—¡Dejáme este asunto a mí querida, vos cuidá a tu hijo de esa extraña —contestó la vieja, juntando unas hojitas del suelo.
Antonio comenzaba a preocuparse por aquel rumor, no le gustaba que lo señalen, pero su pasión era incontrolable. Día a día el sentimiento por
Sus encuentros eran cada vez más bellos. Tan bellos que él ya no podía creer que esto fuera real ... había comenzado a pensar lo que decían acerca de ella :
—¡ Es el ánima de
— ¡Es mandinga en persona, quiere venganza!—comentó su madre.
—¡Te va a volver loco !—, le dijo el Gurí.
Pero el Antonio ya no escuchaba, su mente estaba muy lejos,... allá ... en la orilla de la playa,...ese día en que se arrojó al agua para salvar su pellejo cuando la canoa se dio vuelta; escuchó los gritos de su hermana pero no pudo volver atrás, la corriente lo arrastró hacia un amarradero, pero
—¡Yo no pude volver atrás, no tenía fuerzas, no la abandoné! —Gritó con impotencia.
Preso del llanto y el dolor corrió a buscar a
Esto pasó en un instante, un minuto de locura le costó al Antonio la cárcel y luego el manicomio, la droga y el alcohol hicieron el resto.
Parte de esta historia me la contó
Lo demás, fue comentado en todo el pueblo durante mucho tiempo
Una vez más la desgracia envolvió esa familia, una vez más
FIN
ENCUENTRO UN ESPERADO
Mi nombre es Lita, soy una pintora en el año 2050. Mi estudio se encuentra en un rincón pintoresco de París, con una vista privilegiada de...
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ANGELICAL -"Siempre creí en los Ángeles, quizás por eso le creí esta historia a quien me la contó, quedan en ustedes señoras creer...
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Malditas agallas Me enamoré de tus ojos Y te ves mentolado bien hecho chico ¿Quién lo hubiera imaginado? Que escondías un puñal Para apuñal...
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TU RETRATO Quédate inmóvil no te vayas no cambies de posición quiero escribir por vos Si cambiaras algo ya no serías vos. ...